Hedwig and the Angry Inch
Director: John Cameron Mitchell
Año: 2001
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Música: Stephen Trask
Reparto: John Cameron Mitchell, Michael Pitt, Miriam Shor, Alberta Watson, Stephen Trask, Theodore Liscinski, Rob Campbell, Michael Aronov, Andrea Martin, Maurice Dean Wint
"Ella también es una orquídea, ella también es una arpía, ella también es una orgía.(...)"
Moral y buenas costumbres de Los violadores
Moral y buenas costumbres de Los violadores
Nacido al este del muro de Berlin, Hansel vive con su madre deseando escapar del represivo sistema. Su pasaje a la libertad es un militar norteamericano que lo descubre asoleándose y que lo conquista a base de adulaciones lascivas y golosinas gelatinosas. De este amor deriva su amputación genital y nace Hedwig, que una vez casada viaja a Estados Unidos alcanzando la libertad al otro lado del muro.
Tras una breve elipsis nos encontramos a Hedwig en una casa rodante en medio de Kansas, divorciada de su galante marido y abandonada cuando éste la cambia por un joven muchacho. Trabajando de niñera conoce a un joven tímido, tan excéntrico como religioso, que fascinado con Hedwig incursiona en la música para convertirse posteriormente en la estrella rock del momento, Tommy Gnosis. Este personaje algo andrógino y oscuro, creado y formado a base de cuidado y cariño por Hedwig, es quien la traiciona dejándola y llevándose con él sus canciones. Sus desencantos amorosos, los continuos abandonos y la constante búsqueda del amor y la felicidad son el motor que inspiran a la "pulgada rabiosa" y la impulsan en su odisea musical.
El director John Cameron Mitchel, quien también asume el reto de personificar a nuestra protagonista, nos ofrece un musical traído del off de Broadway y bajo la impactante y genial parafernalia de su potente banda sonora Hedwig encarna uno de los gritos más viceral y desgarrador sobre la aceptación de uno mismo. Durante la película se intercalan recurrentes animaciones que ilustran la mente de la protagonista y las letras de sus canciones. Esta gran exponente del cine indie estadounidense fue triunfadora en los festivales de Sundance, Deauville y San Francisco, entre otros.
Inspirados por este gran filme nos permitimos realizar el siguiente y breve análisis: asociando los conceptos propuestos en la película, podemos vincular la transformación tan violenta como la que experimentan los genitales del paciente en una operación de cambio de sexo con la construcción de relato musical. Por lo tanto, se puede entender al musical como un género ambiguo, como un transgénero, en definitiva, como un transexual.
En definitiva, Hedwig y su pulgada conmueven y movilizan, no pasan desapercibidas en ningún aspecto y se presentan con una fuerza y contundencia tal que sientan precedente volviéndose tan queridas por quien sepa apreciarla como eternas.
Si el punk es la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales, sin duda no hay mejor personaje para corporizar esta esencia que Hedwig.