Imagen en movimiento

Ricciotto Canudo postuló el cine como el séptimo arte considerando que de esta manera nacía el arte total, la plástica en movimiento, el alma de la modernidad y que reunía y conciliaba en su lenguaje y expresión la dimensión plástica de la pintura, la arquitectura y la escultura y la dimensión rítmica de la danza, la música y la poesía. Otros más tarde, cuando ya había cumplido sus primeros 100 años de vida, sencillamente dijeron que era luz. Nuestro universo esta constituido en gran parte por él y nos resulta una herramienta fundamental en la comunicación e incluso una forma de conocimiento. Por esto y por mucho más el cine (Kina) es, fue y será una pasión que nos construye en muchos aspectos día a día y esta pasión es la que nos reúne en este espacio de crítica y análisis.



¿Que ves cuando me ves?

El hombre de al lado
Dirección: Mariano Cohn y Gastón Duprat
País:Argentina
Año:2010
Elenco: Rafael Spregelburd, Daniel Araóz





En rigor de verdad lo primero que hay que afirmar al escribir unas líneas sobre El hombre del al lado, (una gran película Argentina, una más y van!), es que sus directores, la dupla Mariano Cohn/ Gastón Duprat, quienes hace años nos sorprendieron con la innovadora propuesta de Televisión Abierta, la misma que viene entregando últimamente buenas películas, con guiones y temáticas interesantes, y sobretodo una muy atractiva exploración del lenguaje cinematográfico.

En esta película el argumento es simple y excelente: tenemos de un lado a Leonardo, arquitecto, un profesional exitoso, adinerado, que tiene el privilegio de vivir en la única casa que Le Corbrusier construyó en América Latina. Además es un padre odiado por su hija y un marido de cualidades dudosas.

Por el otro lado Víctor, directo, bohemio, familiero, sencillo, vecino de Leonardo, que haciendo reformas en su casa, buscando “un cachito de sol”, decide por su cuenta hacer una ventana en la pared medianera que linda con la casa de Leonardo, quien siente vulnerada su intimidad y la estética de su exclusiva propiedad y así se desata el conflicto.

El film tiene varios hallazgos interesantes: uno, sus geniales actores, el gran actor y dramaturgo Rafael Spregelburd (Leonardo) y Daniel Aráoz, fantástico en su papel de Víctor, dos, también escenas que se constituyen como reflexión y crítica de la sociedad en que vivimos, como por ejemplo cuando Leonardo y su esposa cenan con una pareja de amigos, el esnobismo y el tono pedante y jactancioso, sacan a relucir una faceta poco amable de nuestro co protagonista, también eso mismo se puede observar en la entrevista televisiva que le pretenden hacer, o en el escueto monologo proferido a su hija, donde exclusivamente señala unos muñecos comprados en el Museo de Arte Moderno de Nueva York..

Víctor por su parte, invita a Leonardo a tomar mate en su camioneta y allí le revela su novedoso sistema para calentar el agua, después le regala a una obra de arte de su autoría, realizada con las “balas de los fusiles”, esa pieza es sistemáticamente despreciada tanto por Leonardo (que de compromiso se termina llevando la escultura a su casa, a pesar de considerarlas "feas") y su esposa que al verla en la casa, se horroriza y lo insulta por haberla aceptado.

Esto último resulta fundamental, ya que esas mismas esculturas constituyen un gesto irónico y genial, sin dudas una mordaz crítica al mundo del arte (tema que la dupla de directores ya viene trabajando en films anteriores) manifestando en diversos aspectos del film la oposicición entre arte legitimado (Leonardo, sus diseños, Le Corbruisier, sus objetos de decoración del MoMA de New York, etc) versus el arte, popular, "feo", "outsider" (Víctor, sus esculturas, su invento, y definitivamente su ventana), lo interesante es que esas esculturas "feas" fueron en realidad hechas por artistas absolutamente reconocidos y legitimados, como el gran León Ferrari, este guiño, es otra clave fundamental para la lectura del film.

Un dato interesante es que en medio del film, Leonardo recibe en su casa a un grupo de técnicos de una agencia de alarmas y seguridad, planeando la instalación de un dispositivo de seguridad para su propiedad.

De alguna manera durante todo el film, la fachada de estabilidad e integridad de Leonardo se va desmoronando: la relación con su esposa e hija, su rol de profesor universitario, hasta caer muy bajo.

La película nos pone en un lugar incómodo, pero necesario: un poco árbitros en el conflicto, un poco espectadores críticos y reflexivos, de la situación general que que esta plantea. Sin dudas, El hombre de al lado, dará que hablar y debatir, así lo amerita, por que màs allá de ser una gran película es una profunda representación crítica de nuestra sociedad, y nos muestra el alto precio que debemos pagar por los caprichos injustos y sobretodo el costo de la hipocresía mas baja.

Mención aparte esta película brillante, estrenada el último cuatrimestre de este año, con su llegada corona un 2010 memorable para el cine nacional, pleno de premios y muy buenos films.

MC

No hay comentarios:

Publicar un comentario