Imagen en movimiento

Ricciotto Canudo postuló el cine como el séptimo arte considerando que de esta manera nacía el arte total, la plástica en movimiento, el alma de la modernidad y que reunía y conciliaba en su lenguaje y expresión la dimensión plástica de la pintura, la arquitectura y la escultura y la dimensión rítmica de la danza, la música y la poesía. Otros más tarde, cuando ya había cumplido sus primeros 100 años de vida, sencillamente dijeron que era luz. Nuestro universo esta constituido en gran parte por él y nos resulta una herramienta fundamental en la comunicación e incluso una forma de conocimiento. Por esto y por mucho más el cine (Kina) es, fue y será una pasión que nos construye en muchos aspectos día a día y esta pasión es la que nos reúne en este espacio de crítica y análisis.



La gran estafa

A separation      
Dirección: Asghar Farhadi
País: Irán
Año: 2011
Duración: 123 min.
Elenco: Peyman Moadi, Leila Hatami, Sareh Bayat








A Separation constituye una de las más grandes estafas cinematográficas de los últimos tiempos. ¿Por que?. No porque sea una mala pelicula sino porque desde el titulo arrastra un problema que podriamos decir es conceptual, aclarando que nos referimos al título de distribución internacional del film (desconozco honestamente si su título en su idioma original es más apropiado). De todas formas, les puedo asegurar que A separation no es adecuado ya que desvía las expectativas del espectador constituyendo, como sagazmente dijo la querida co-creadora de este blog, una mera estrategia de marketing por lo cual ese desvío que se produce es puramente intencional y comercial.

Ganadora del Oscar a mejor película extranjera, y muchos otros premios en festivales internacionales, la presente película goza de una renombrada trayectoria, la cual es sabiamente alimentada por esa estrategia marketinera de su nombre de distribución. A estas alturas podemos afirmar que la historia de un divorcio en la sociedad iraní, convoca el interés de muchos espectadores y por supuesto a críticos y jurados de festivales.

El eje de la película con un título así debería ser la pareja de Nader y Simin, pero o el eje es otro y asistimos a un juicio entre Nader y su empleada doméstica y su violento marido, a la problemática de cuidar a su anciano padre que padece mal de Alzheimer y por su puesto están presentes algunas secuencias de la problemática de la pareja, su divorcio, como la inicial en que asistimos a una audiencia del juicio de divorcio, o los segundos finales del film. El resto del metraje de la película, es más bien un debate ético-moral-religioso, un planteo sobre la concepción de la justicia, donde cada uno es abogado defensor de sí mismo ante un juez que solo, sin un tribunal, imparte justicia (que si bien no dejan de ser interesantes, no tienen evidentemente el potencial comercial de un divorcio a lo iraní); que si bien se deja entrever en muchos diálogos del film que el juicio y la extorsión que sufren por parte de la empleada y el marido de ésta, el descuido del padre enfermo, todo aquello sería una consecuencia de la situación del divorcio. Pero la realidad es que este último ocupa pocos minutos en pantalla, tan pocos como la propia Simin.

En definitiva, en el film hay secuencias y diálogos potentes, los personajes son muy polémicos y es posible ver hasta como un hallazgo del director el hecho de que el espectador pueda no identificarse con ninguno. Además no podemos dejar de decir que quien busque una emotiva historia de un divorcio en la sociedad iraní y la lucha por el lugar de la mujer (ideas que podrian aparecer a priori) se sentirá estafado con             A Separation y no podrá más que sentirse decepcionado en esa idea inicial, cayendo ante una estrategia de distribución.

MR

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