Imagen en movimiento

Ricciotto Canudo postuló el cine como el séptimo arte considerando que de esta manera nacía el arte total, la plástica en movimiento, el alma de la modernidad y que reunía y conciliaba en su lenguaje y expresión la dimensión plástica de la pintura, la arquitectura y la escultura y la dimensión rítmica de la danza, la música y la poesía. Otros más tarde, cuando ya había cumplido sus primeros 100 años de vida, sencillamente dijeron que era luz. Nuestro universo esta constituido en gran parte por él y nos resulta una herramienta fundamental en la comunicación e incluso una forma de conocimiento. Por esto y por mucho más el cine (Kina) es, fue y será una pasión que nos construye en muchos aspectos día a día y esta pasión es la que nos reúne en este espacio de crítica y análisis.



El niño salvaje

Where the wild things are
Dirección: Spike Jonze
Año: 2009
Duración:
País: Estados Unidos
Elenco: Max Records, Lauren Ambrose, Chris Cooper, Paul Dano, James Gandolfini, Catherine O'Hara, Forest Whitaker.





"...Me dijeron que en el reino del revés cabe un oso en una nuez (...)"
El reino del reves de María Elena walsh

Así como Alicia cae en un hoyo y aterriza en el País de las Maravillas, en Where the wild things are el pequeño Max arriba a una isla desconocida vestido con un traje de lobo. Pero a diferencia de la rubia niña cuya caída es producto de la curiosidad y el infortunio, nuestro héroe es un chico desobediente y rebelde con mucha imaginación, aguerrido y decidido a alejarse de la incomprension y soledad de su hogar y marcharse a tierras lejanas. En un breve recorrido por estos territorios vírgenes, el pequeño descubrirá un grupo de seres enormes y bestiales que destrozan y arrojan árboles cual lanzador de jabalina en competencia olímpica. Completamente absorto por estas criaturas, se arroja a las fieras y se introduce a ellos como un par. El pequeño Max se regocija en su libertad pasando por todos los estadíos de salvajismo junto a sus amigos del bosque, mezcla de muñecos gigantes y animales, amigables y sumisos que le permiten desarrollar su imaginación en un nuevo mundo en el que él es rey y soberano. Estas criaturas acompañan a Max por un viaje de autodescubrimiento y, a su vez, cada uno de ellos encarna sus miedos y angustias, sus deseos y certezas.

Ésta es una adaptación del libro de Maurice Sendak publicado en 1963 que él mismo ilustró con poco texto y mucha creatividad. El genial director Spike Jonze adapta esta historia infantil y se encarga de darle su impronta propia. Su estilo inusual ya lo hemos visto en las maravillosas Being John Malkovich (1999) y Adaptation (2002) cuyos protagonistas, al igual que el joven Max, se debaten entre la incomprensión y la soledad. Recurriendo a un estilo más clásico y utilizando las técnicas de animación digital, Jonze se encarga de reflejar el mundo interior de un niño, los problemas de la infancia y la imaginación propia de esa edad.

Es justo destacar al joven Max Records en el rol protagónico el cual es un hallazgo sumamente feliz que frente a tantos mocosos deglutidos por Disney-Hollywood, se distingue por su desempeño y frescura actoral.
En esta aventura nos perdemos entre monstruos, juegos y analogías entre la realidad y la imaginación para descubrir que no se trata de un sueño o de un viaje fantástico sino de un universo peculiar donde los deseos y las pasiones se exteriorizan y el clasico cuento de hadas se reviste de una cuota de realidad propia de la mirada infantil.   que es un recorrido por un mundo donde Max se siente contenido y protegido pero donde deberá enfrentar sus propios fantasmas y conflictos.

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